En estos días, de finales de enero de 2.006, en los que el frío parece querer invadir nuestras vidas y hogares, podemos tener un gran aliado en el consumo de sopas calientes, de las que soy un gran amante.
Imagino que le habrá pasado más de una vez que ha entrado en una casa, donde desde su cocina fluye un olor característico que lo invade todo, y que además le reconforta sin siquiera haberla probado, son esas sopas de cocido, de pescado, de verduras, de cebolla, de ajo y pan, de mejillones y almejas, de carne, ….
Son esas sopas un recurso muy fácil de elaborar y que por la presión social que ejercen otros preparados han dejado de guisarse y comerse en muchos de nuestros hogares, pese a su reducido coste y al hecho de que es una prueba más del amor que nos tiene quien nos las prepara con todo su cariño, unidas a su sencilla elaboración.
Finalmente desde este rincón quiero pedirle que no lo piense más y busque en su refrigerador y en su despensa, que seguro que encuentra ingredientes más que suficientes para poder preparar una buena sopa caliente y de esa manera combatir no sólo al frío sino también a la desidia que nos hace alejarnos de la cocina.
Paco García.
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