Dado el fuerte escalofrío que puede producir entre nosotros la palabra 'dieta', vamos a utilizar mejor la palabra 'cocina' en su lugar, aunque en algunas ocasiones incluyamos la temida palabra de dieta.
Si quisiéramos definir la cocina mediterránea podríamos decir que es una cocina que:
·Propone la normalidad.
·No es una cocina para enfermos, como puedan pensar algunos.
·Si que es un buen sistema de alimentación muy saludable y que podemos emplear a diario.
·En definitiva es una manera o estilo de comer, que busca la prevención de las conocidas como enfermedades del mundo moderno, al actuar de modo favorable sobre nuestro organismo.
Tampoco debemos de olvidar que con esta cocina, podremos comer de una manera casi automática, tanto en un sentido nutritivo como en el gustativo.
No estaría mal pensar que esta cocina:
·No supone un gran sacrificio ni para quien guisa, ni para quien la come.
·Que lo único que nos pide es que mantengamos un control sobre lo que comemos, para dosificarlo correctamente, sin que con ello prescindamos del placer de la comida.
·Esto puede que no le sea muy fácil al principio, pero si que puede ser muy divertido, si se lo propone como hice yo.
Ni tampoco debemos de olvidar la cocina mediterránea deriva en su totalidad de las especiales condiciones que envuelven las tierras que rodean este mar, que como su nombre indica, media entre ellas. De las que ha derivado una producción limitada de alimentos, lo que ha hecho que en su cocina se hayan buscado sustitutos de unos alimentos cuando estos no se han tenido a mano, o han escaseado.
A nada que miremos en sus platos veremos que no cuentan con un gran aporte de carnes y pescados, que si bien se emplean lo hacen en cantidades mínimas, lo que nos lleva a tener una dieta muy variada aunque no lo pensemos así.
Contribuyendo especialmente a esta fusión y variedad en la cocina el mar Mediterráneo, como auténtica autopista que no sólo comunicó los pueblos de su entorno, sino que permitió el contacto con otras zonas del mundo, de las que se trajeron sus productos, que se fueron incorporando poco a poco en nuestras cocinas; unas veces apoyados por la religión imperante en ese momento y otras veces reprimido por esta misma, según sea el producto o plato.
Cuando no han sido las sucesivas oleadas de turistas extranjeros que nos han llegado con sus costumbres, produciendo importantes cambios en nuestros hábitos, que nos llevaron incluso a abandonar muchos de nuestros platos tradicionales de cocina. Aunque también hay que decir que, han sido ellos los que nos hecho ver todos los valores positivos que esa dieta o cocina nos puede aportar, por suerte.
Antes de continuar, deténgase y pregúntese que es la cocina para Usted.
Por favor, piense un poco nada más y anote su respuesta a continuación:
Puede que convenga conmigo entonces que, podríamos definirla como la ciencia que consigue llenar nuestro vientre de placeres tras la mezcla o fusión de diversos elementos, trabajados de una u otra manera.
Por tanto, cuando contamos con una gran variedad de productos alimenticios, mayor posibilidad de combinarlos tendremos, y por tanto tendremos una mayor diversidad que ofrecer a nuestros sentidos.
Por ello bastará con mirar a nuestro alrededor para ver que en nuestra cocina mediterránea, nos podemos encontrar dos tipos diferenciados de cocina:
·Una cocina de diario que con unos productos mínimos consigue auténticas exquisiteces. Predicando con la moderación y la sobriedad en sus platos. Caracterizándose porque:
1.Los productos integrantes de sus platos son mezclados por medio de una cocción, con la que se consigue una fusión de sabores y texturas, que no se produciría si cociesemos los ingredientes por separado.
2.Estos productos a la hora de la mezcla, desempeñan distintos papeles, unos pueden ser los elementos principales(vegetales, carnes o pescados), en mayor cantidad, y otros en mucha menos cantidad, pueden ser los condimentos, tan necesarios como los anteriores en la elaboración de estos platos.
3.Fruto de esa mezcla se obtendrá una salsa en la que se aunarán sus diferentes sabores, y nunca esta se constituirá en un elemento esencial de los platos preparados según este tipo de cocina.
4.Tantos los huevos como el queso no se constituyen en alimentos esenciales en esta cocina, sino en simples condimentos, que pueden ir como no, en estos platos.
·Una cocina de fiesta, que con una mayor variedad y cantidad de productos consigue grandes platos, muy suculentos y contundentes, que a poco que nos fijemos son los mismos que los de la cocina de diario, pero con una dosificación y finalidad distinta, siendo el elemento más característico la abundancia de unos ingredientes que en la otra cocina andan mucho más escasos. La cocina de fiesta predica, por el contrario la abundancia y el derroche, así como la desmesura a la que tanto tememos después de habernos saciado con un plato de este tipo de cocina.
Esta cocina de fiesta se caracteriza, además porque:
1.Los productos no se fusionan en una misma cocción, sino que se yuxtaponen, el uno sobre el otro en un mismo plato, manteniendo sus texturas y sabores iniciales.
2.Presenta como producto fundamental un trozo de carne o pescado, con un tamaño considerable.
3.Cuenta con los vegetales (verduras y hortalizas), como producto secundario. En la que adquieren el papel de acompañantes, y en los que en muchas ocasiones prescindimos de ellos al final.
4.No es raro que el sabor de estos platos lo pueda dar una salsa preparada a parte, y que suele presentar una gran cantidad de grasa animal procedente bien directamente de estos o por medio de mantequillas, cremas de leche, natas, etc.
5.Suele apoyarse en quesos y embutidos, a los que considera como complementos, para tomar en medio o al final de las comidas, según sea el caso.
De ahí que, no nos debe de extrañar que todos los expertos que han analizado nuestra cocina mediterránea, prefieran la cocina de diario a la cocina de fiestas, ya que en ella se pueden encontrar gran variedad de sabores y texturas, junto con una simplicidad en sus técnicas de elaboración que la hacen muy asequible a todos los que comienzan a conocerla.
Paco García
info@cocinarbien.com