Es una de las cincuenta variedades de pimiento más consumidas en la cocina. Es conocida por su color rojizo y suave textura obtenida por las favorables condiciones de su secado artesanal, previo al típico enrastrado final con el que suele presentarse en muchos mercados.

En su cultivo, recolección, selección y manipulación se emplea gran parte de un año, así como toda la familia del agricultor que las cosecha con gran mimo y de ellas espera recuperar los capitales y jornales que invirtió, al menos, como viene haciendo desde siempre.

Como no, es parte fundamental, entre otras cosas, de nuestra cultura como de nuestra cocina tradicional, ya que la podemos encontrar en aperitivos, ensaladas, arroces, guisos, hervidos, salsas, sofritos y picadas; bien sola o aliada con otros productos a los que confiere su sabor inconfundible, como podremos ir descubriendo poco a poco.


Paco García.
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