1.Limpiaremos las verduras: Laminando finamente las alcachofas, antes de pasarlas por el zumo de limón. Las cebollas las cortaremos por su mitad, si fuesen muy grandes y los espárragos los dejaríamos enteros.

2.Una vez limpias y listas todas las hortalizas, las colocaremos sobre una plancha caliente, que dejaremos a fuego lento, para que no se arrebaten, sazonándolas con sal, pimienta, un chorrito de aceite y otro de limón.

3.Las retiraremos cuando estén doraditas, según nuestro gusto y las serviremos calientes, aliñándolas con un poco de aceite y zumo de limón nuevamente, si fuese necesario.

Debemos de aprovechar el principio de la primavera y final del invierno, para proveernos de estos ingredientes que encontraremos fácilmente en nuestro mercados, ya que si bien la cebolla tierna y los espárragos están en su momento de máximo esplendor; los limones presentan suficiente zumo y las alcachofas aún están tiernas y dulces.
Aunque ahora, es posible encontrar este tipo de verduras y hortalizas en cualquier época del año, en razón de la tan traida y llevada globalización.