1. Eliminaremos las primeras hojas y el tronco de las alcachofas.
2. Daremos un fuerte golpe a cada una de las alcachofas contra una superficie dura de nuestra cocina, para que se abra y así se pueda cortar en dos pedazos o más, si se desea, siempre que permitan un buen asado de las mismas.
3. Sobre una plancha de cocina caliente pondremos a asar los trozos de alcachofas.
4. Cuando estén bien asadas de ambos lados, con la ayuda de una espátula o pala de cocina, las retiraremos de la plancha, y las pondremos sobre una fuente plana para aliñarlas con el aceite, el zumo del limón y la sal según nuestro gusto.

Parece que fue ayer mismo cuando la Vega Baja alicantina era todo un verde jardín, uno tras otro, llenos de alcachofas, acelgas, coles, hinojo, …. Jardines cuidados por unos agricultores que en su trabajo diario arrastraban a su familia, para llevar entre todos el sustento a una siempre maltrecha economía, sesgada por inundaciones y sequías, que pese a su dureza no eran capaces de doblegarles.