1. Aprovecharemos los rescoldos de un horno caliente para esta elaboración.
2. Limpiamos los boniatos de tierra y raíces, lavándolos y secándolos, antes de colocarlos en una placa de horno o rustidera para introducirlos en un horno, hasta que estén blandos.
3. Retiramos los boniatos del horno y los servimos un poco reposados a nuestros comensales.

Este boniato, concretamente, de la zona de Guardamar del Segura (Alicante) cuanto hambre e injusticias ha tapado a lo largo de su historia, y cuantas personas aún lo recuerdan con sus betas acarameladas manchando las rustideras que cargadas con ellos y protegidas por un trozo de papel de saco de harina; salían al oscurecer y a hurtadillas del horno de una panadería, cuando no de los múltiples hornos de obra que había en las distintas casas de la huerta y campo de esa localidad.

Con ellos y las calabazas asadas se celebraba la Festividad de Todos los Santos.