1. Eliminaremos las semillas y la corteza del melón, para lavarlo en agua, a continuación.
2. Dejaremos el melón limpio a remojo en agua con la cal, por espacio de unas 24 horas.
3. Transcurrido ese tiempo de cocción, escurriremos el melón y lo cortaremos a trozos.
4. Introduciremos los trozos del melón -cuanto más finos sean, antes ligaran con el resto de ingredientes- en un perol que pondremos al fuego, y al que le añadiremos el azúcar junto con la corteza del limón y la canela en rama.
5. Tendremos mucho cuidado en esta cocción, y no dejaremos de mover todo el contenido del perol con una cuchara de madera, evitando que se pegue a los bordes del recipiente de la cocción.
6. Una vez conseguida una perfecta cocción sin llegar a los borbotones, lo retiraremos del fuego y lo dejaremos reposar.
7. Cuando este frío lo podremos poner en diferentes recipientes para su conservación mejor dentro de nuestro refrigerador.
8. A la hora de servir los trozos del melón estos los bañaremos con una cucharada de su jugo.