1. Comenzaremos por separar en dos cuencos diferentes las yemas de las claras de siete huevos, reservándolas.
2. El cuenco que tenemos las siete claras lo podremos guardar en la nevera, para un uso posterior.
3. Al cuenco que contiene las siete yemas, le añadiremos dos huevos más enteros, unos 400 gramos de azúcar y toda la almendra molida; para batirlo todo bien con la ayuda de una batidora o unas buenas varillas.
4. Le agregaremos al preparado anterior el contenido de un vaso de agua , y batiremos todo, hasta que se consiga una mezcla homogénea.
5. Con unos 100 gramos de azúcar prepararemos un caramelo líquido con el que cubriremos toda la base y bordes interiores de un molde con forma de rollo, que rellenaremos con la masa preparada anteriormente.
6. Dispondremos ese molde para que cueza, por espacio de unos 30 minutos, dentro de otro con agua al baño María, ya sea fuera o dentro de un horno precalentado a unos 150 grados, concretamente en su parte baja.
7. Cuando el molde esté medio frío lo desmoldaremos y daremos la vuelta al mismo, como si tratase de un flan; para servir a nuestros comensales en pequeñas porciones, dado el poder calorífico de este plato.