1. Comenzaremos por eliminar las cabezas, tripas y espinas de las espinas, para lavarlas y dejarlas escurrir bien, reservándolas.
2. Picaremos los ajos finamente y los reservaremos en un bol.
3. Lavaremos y picaremos finamente el perejil, reservándolo.
4. Precalentaremos el horno a unos 180 grados.
5. Pelaremos y coceremos las patatas con abundante agua fría, una pizca de sal y una hoja de laurel.
6. Embadurnaremos el interior de una cazuela de vidrio o barro que soporte el calor, con un poco de aceite y la ayuda de un papel de cocina.
7. Extenderemos todos los lomos de las sardinas en la base de la cazuela, sin que se monten unos sobre otros.
8. Cogeremos el bol con los ajos picaditos para añadirle una pizca de sal y 1 dl. Aceite de Oliva, antes de agregar este aderezo a las sardinas que habíamos preparado para introducir en el horno, en su parte media, eso sí, cubriendo la cazuela con papel de aluminio.
9. Dejaremos que cuezan las sardinas unos 7 minutos, a unos 150º C, antes de agregarle el vino, para que cuezan unos 7 minutos más, antes de retirarlas del horno.
10. En este momento les añadiremos el perejil picadito y el zumo de limón, antes de servirlas a nuestros comensales en un plato llano con una patata cocida previamente, como guarnición, aderezada con un chorrito de aceite de oliva.

Esta es una receta en la que podemos degustar uno de los pescados, que no apreciamos, por su escaso precio de mercado, pero que posee propiedades y cualidades muy beneficiosas para nuestro organismo.