1.Prepararemos adecuadamente el trigo picado, reservándolo a continuación.

2.Pondremos a remojo con agua la noche anterior, los garbanzos.

3.Limpiaremos y lavaremos bien, con abundante agua y limón las patas del cerdo, hasta dejarlas totalmente limpias; reservándolas a continuación.

4.Limpiaremos, lavaremos y cortaremos muy finamente la cebolla, reservándola a continuación.

5.El tomate lo lavaremos bien, y lo rallaremos, reservándolo a continuación.

6.Pondremos agua y un poco de sal en una olla de barro, añadiéndole a continuación las patas y costillas de cerdo, más el trigo picado.

7.En un sartén pondremos el aceite a calentar para hacer un sofrito con la cebolla, el tomate, una pizca de azúcar y el pimentón dulce. Sofrito que una vez hecho, adicionaremos a la olla incluyendo el aceite con el que se ha hecho, removiendo todo a continuación, para dejarlo que cueza a fuego lento.

8.No debemos de olvidar que este tipo de guiso, nos exige que lo removamos con una cierta periodicidad, para que no se pegue el mismo.

9.Cuando este todo perfectamente cocido, lo serviremos y regaremos con un buen vino tinto.

No estaría de más que las patas del cerdo, una vez bien limpias las pusiéramos con muy poco agua a cocer, para obtener una rica gelatina que podremos incorporar con ellas a la olla de cocción.